Martina fue recogida dentro de una bolsa en un contenedor de basura, donde fue cruelmente sentenciada. Presentaba temperatura muy baja, deshidratación y extrema delgadez. Una persona al percatarse de sus maullidos de desesperación nos la acerco a la clínica, donde la examinamos e hicimos las pruebas necesarias para su tratamiento. Allí iba a permanecer hasta que se repusiera del todo y alguna  persona quisiera adoptarla.

Valentina fue abandonada en la calle con una fractura en la parte distal del fémur, probablemente fruto de algún atropello o traumatismo muy severo. Tuvo la suerte de encontrarse con una persona que al verla en la calle la llevo al veterinario en busca de intentar ayudarla. La fractura llevaba tiempo y por desgracia era inoperable en esos momentos, pero con medicación y estabilización Valentina mejoro en su casa de acogida donde cuidarían de ella hasta encontrar un hogar definitivo.

Ambas gatas en su estancia hospitalaria se ganaron tanto el cariño de sus veterinarios que fueron adoptadas por ellos.

La primera en llegar fue Martina, que en seguida se adapto al que iba a ser su nuevo hogar y poco tiempo después llego Valentina para hacerle compañía. En el primer encuentro no simpatizaron demasiado, pero con la ayuda de sus dueños y en un buen ambiente pronto formaron una inseparable amistad.

Ahora tienen casi un año y viven felices entre juegos y con el cariño que le brindan sus dueños.

Como ellas hay muchos animales en la calle o en refugios, protectoras esperando un hogar, algunos con serios problemas que con tan solo precisan la atención y el cariño de personas que puedan cuidar de ellos.

Esteriliza antes del abandono!

Adopta antes de comprar!

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